Se acaba el 2010, lo mas destacable de mi año ha sido sin duda mi larga estancia en ese monasterio llamado Frankfurt. Lo que empezó como unos meses de retiro espiritual, acabo convirtiéndose en 7 meses de una extraña travesía del desierto, que sin duda ha hecho mella en mi. Aunque al principio pensaba que me había perjudicado, cada vez estoy mas convencido que me siento extraño ya que estoy saliendo de una fase para entrar en otra y que simplemente, me estoy adaptando a algo que me ha pillado totalmente por sorpresa. Nunca habría dicho lo importante que puede ser aburrirse de uno mismo.
Y lo ultimo que quiero hacer este año es dar las gracias a tod@s (los antigu@s y los nuevos amig@s), ya que han sido los faros que me han guiado hasta buen puerto. Y un abrazo a todos aquellos a los que no he visto estas navidades, que sois muchos, demasiados.
Para todos os deseo lo mejor para el 2011 y que yo lo vea.
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